martes, 21 de febrero de 2012

- Se lo contaré a mi Diario: Desnudo en Cuerpo y Alma -

- Se lo Contaré a mi Diario: Desnudo en cuerpo y Alma -

- Apuestas al Caballo Ganador -

Una vez leí en un articulo de una famosa revista española, la probabilidades de ganar, las personas por norma general tendemos a hacer apuestas, apostamos a un número, a una fracción o incluso al cumulo de unas casualidades del destino que de por sí, pensamos que nos vienen por algo. Yo lo traslado a la vida diaria. ¿No puede ser un cumulo de coincidencias un aviso del destino? Hace una pequeña temporada en uno de esas escapadas de cervezas que hice con mis amistades, comentábamos novedades, trabajo, familia, desgracias y relaciones que van y vienen sin cuajar, por mi lado no había nada de eso, pero si una firme apuesta, una de esas sensaciones que se tienen cuando ya no esperas de un inmediato nada, una de esas sensaciones que piensan más con la cabeza que con cualquier otra parte del cuerpo, pues esa... esa sensación de ¡Esto puede funcionar!
A eso lo llamo yo apostar de verdad. Todo es difícil, quizás por que somos diferentes, quizás por que tenemos vidas distintas, distintos objetivos, distintos logros, y puede que incluso distintas visiones de lo que es una apuesta. Después de un tiempo en contacto, entran diversos factores, el miedo, la necesidad de más y más, la inquietud de que pasará, como pasará y cuando pasará... ¿Por qué es tan difícil? Siempre queremos
que vaya más deprisa, o que vaya más despacio ¿No podemos encontrar un punto medio? ¿No podemos ceder cada uno un poco? o al menos... ¿No podemos seguir como al principio? Soy consecuente con mis actos, y mucho más con mis pensamientos, cuando me digo "Sé que puede ser" es por que realmente lo sé, pero un magnate de las carreras no se hace rico por una apuesta, necesita como mínimo dos, para doblarla, como en una relación, como en un estar juntos, como en una bonita amistad, se sabe que si no es de la misma intensidad por ambas partes no lleva a ningún sitio... A ninguno.
Ahora lo veo de otra manera, puede ser por que todos nosotros hemos estado en miles de carreras, hemos visto correr a miles de caballos, unos fuertes, otros débiles, y muchos otros que eran un caballo más, pero eso es necesario, el ver y elegir, el apostar y perder, y quién sabe, puede que alguno de los próximos días, meses y años, nos topemos con una bonita carrera, y veamos a ese caballo... El caballo ganador.
Ahí lo dejo, mi apuesta está en la mesa, no existen segundos ni terceros premios, se le puede llamar un todo o nada, y con estás apuestas que no son económicas, en las que dejas tu personalidad, sentimientos y dignidad... No se juega... Solo se puede pedir, que hagas tu mejor carrera, por que si todos seguimos el mismo compás, puede que también te haga ganar a ti...
Con esta reflexión de locos, me dirigí a mis amistades, y comente la jugada y nunca mejor dicho, y puede que entre todos llegamos a una conclusión, tres elementos que tenemos que saber llevar, hay que saber como colocarlos en nuestra cabeza, y sobre todo, aplicarlos con medida y con cabeza. Ellos son el Miedo, el Positivismo y el Interés... Yo me retiro a ver cual de estos me faltan, cual me sobra en cantidad o en que medida los estoy utilizando... Mientras tanto... ¡Hagan sus apuestas!

...Continuará...

- David Sórez -

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