lunes, 12 de septiembre de 2011

-Se lo Contaré a mi Diario... (Comienzos)-

      -SE LO CONTARÉ A MI DIARIO-

 ¿Todo acaba como empieza? ¿Todo termina en cualquier momento?
        Rumbos sin destino fijo, búsqueda de lo abstracto, pintar nubes de colores ¿Suena absurdo verdad? Pero hoy en día ¿Qué diferencia lo absurdo de lo real? Estamos en una nueva era en la cual la hipocresia se viste de calle, la mentira se disfraza de día a día y la valentia por afrontar una vida por delante ya descansa bajo un bloque de mármol en el que se inscribió con letras de acero un simple  “Descansa en Paz”.
        Y es que en la vida todo cansa, cada vez tenemos menos aguante, cada vez tenemos menos tolerancia, cada vez nos ponemos mas zancadillas a nosotros mismos, dejando un camino libre por el cual se pasean millones de personas sin pedir permiso ninguno “Perdone usted, éste camino es de mi propiedad”  “¿De su propiedad?, si esto está muy descuidado, hasta pensé que estaba abandonado” “Qué abandono! Lo que pasa es que me lo tienen lleno de mierda, las hierbas crecen y mi pereza por quitarmelas de encima es infinita” “Pues si no quiere Usted que esto prosiga, ponga un cartel, propiedad privada o simplemente dediquese a darle otro toque, con el cual la gente sepa, que todo esto tiene dueño” y la discusión se podría estender durante horas y horas, sin dejar ni un tema por zanjar ni ninguno de ellos zanjados, pero… ¿No es todo ello lo que nos lleva a ese fin pronosticado? ¿A que todo acabe como empieza? Me explicaré, ¿Cuántas personas pasan por nuestras vidas? En la mia muchas, en primera, segunda, tercera persona e incluso de refilón, amigos de amigos, conocidos de amigos, seres extraterrestres que por rojo o azul, no nos llegaremos a entender nunca, se les abre las puertas de esta finca, la finca de nuestro interior, haciendo caso omiso a las advertencias de un pasado, a las vivencia anteriores.  “No toda la gente es igual retumba en mi interior” ¡Está bien! Que entre… Llegan las decepciones, ese vacío que te deja toda esas personas que nunca te aportaron nada, que te ensucia más la mirada, que se rieron de ti sin haber hecho un monólogo. Basta ya!
        Hoy hablo de que pinto mis propias nubes de colores, que quiero alcanzar lo abstracto, que vivo feliz de ser así y de tener mis principios, que he limpiado la parcela y que de una vez por todas… Limpie el camino que llegaba a mi persona. En el que he puesto un cartel bien grande, donde detallo lo que se permite o no entrar, los acompañantes que puedes traer o no, no especifico que los uses, simplemente te recuerdo que en mi propiedad no son bien recibidos, aviso también de que estoy cansado de explicar siempre lo mismo, que si eres de los que no se enteran a la primera de que lo que quiero es hacerte feliz, y quiero que tu me ayudes a ser lo yo, no vengas por favor, me ha costado mucho limpiar el camino, aún así puedes llamar al portero pues saldré y me interesará saber que aunque no elegiste mi finca para visitar, eres feliz viendo otros parajes, pero jurame que no son oscuros ni siniestros… Ahora solo me queda darte la bienvenida a mi humilde y feliz hogar, este que me ha costado tanto construir, este que tras mucho esfuerzo hoy me puedo sentir orgulloso y decir con la cabeza levantada, ¡este soy yo!
        Eso sí, te pediré un favor. No me juzgues si no entras, no te hagas una idea equivocada, si no te gusta que sea por que entraste, y no por lo que viste entre las rejas, que sea por que he eliminado todas esas personas disfrazadas de mi vida y las únicas máscaras que se usen aquí sean las de la lealtad, la honestidad y la sinceridad, que sea por que definitivamente de tu boca salga un “No quiero esto”
        A todos los demás… Bienvenidos ¿Quereís tomar café?

David Sórez