sábado, 24 de marzo de 2012

- Se lo Contaré a mi Diario: Desnudo en Cuerpo y Alma -

    - Se lo Contaré a mi Diario: Desnudo en Cuerpo y Alma -
    - La Cuestión es el Amor -

Me negaba a redactar estas frases, estos pensamientos, estas palabras, pero realmente se llega a un punto en el que te saturan todos los comentarios. Hoy acerté al pensar que el Amor es el único motor que nos mueve en la vida, los sentimientos, los pensamientos, las ilusiones de compartir cualquier cosa en eso que se llama y denomina pareja... Y una mierda. Siempre he querido utilizar estás palabras, las tenias guardadas para robárselas a la gran Carrie Bradsow en un momento como este, y llegó el momento “Bienvenidos/as a la era de la perdida de la inocencia, nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables” ¿Dónde quedó el Te Quiero? ¿Cuándo volveremos a decir Te Quiero? Y lo más importante... ¿Qué influye a las personas para no decir nunca más, Te Quiero?
Si hace unos años era un reacio a esa palabra, ahora retrocedí en el tiempo, cuando la sociedad evoluciona a mi alrededor, yo camino en dirección contraria, en busca de todos aquellos “Te Quiero” olvidados que hemos dejado atrás por diversos motivos. Vivo buscando un aliento cómplice, un pensamiento cruzado, una esperanza paralela, pero ¿En que camino? ¿A que distancia? ¿En que momento? Seamos realistas, hace más de cuatro años, cuando viví mi primera historia de amor, mi declaración tuvo lugar al mes de convivencia que coincidía con el mes de relación, si corrí, y por eso lo sentí, y así se lo hice saber, después de todo tan mal no me salio cuando duro varios años la relación ¿No? ahora en el dos mil doce, si te declaras al mes, aun habiendo llevado la relación a una velocidad estrepitosa, te dejan, te insultan, te niegan la mirada y el saludo e incluso si me apuras te borran de las redes sociales, y no queda así la cosa, ¡no! Después viene las charlas y las sobremesa, la otra persona en cuestión se encarga de publicar a los cuatro vientos, tu enfermedad, con todas sus amistades, que hoy en día significa que sus amistades sean amigos/as de tus amistades y por tierra o mar te llegaran los comentarios, para fastidiarte más...  ¡oh! ¡Si! Una enfermedad de “Compromiso y Lealtad! Y “Querer...¡querer!
¿Será la nueva generación? ¿Será la nueva moda? ¿Una nueva costumbre quizás? Ahora vivo en mis carnes la diversidad de opiniones, y eso que he tratado de comportarme tocando todas las actitudes, si eres tímido... Eres un soso, si eres extrovertido... Eres un pesado, si te gusta el humor... Te pasas de gracioso, y si te gusta seguir la corriente... Eres un calentón. Ahora cambiaré la frase “Bienvenidos a la era de la inocencia inexistente, todos desayunamos dos veces y vivimos día a día olvidando pasados romances”
La conclusión es que nadie sabemos como acertar, hemos evolucionado muchísimo, más de lo que deberíamos en apenas seis años, no es que me desagrade las tecnologías modernas donde una aplicación de móvil te indica a los kilómetros que tienes una persona que busque sexo, ni me disgusta que existan doscientos portales más en los cuales puedes encontrar lo que quieras a cualquier hora, ni tampoco me disgusta que por las redes sociales más sencillas se pueda ligar. Lo que me disgusta es que está desapareciendo la magia de conocer a alguien, del compromiso, de la sencillez de acercarte y vivir el momento, me disgusta la falta de compromiso, el esperar algo que quizás ya no exista.
¿Donde queda el esperar un Te Quiero? ¿Donde queda el querer decir Te Quiero? Y si la vida a evolucionado tanto, si es que yo me he perdido gran parte de ésta evolución ¿Quién tiene las instrucciones de la actualidad? ¿Cuando nos podemos enamorar? ¿Tenemos fecha de desamor donde no nos causará dolor? ¿Algo así como la retirada a coste cero de un plazo fijo?

Bienvenidos a la era de vivir sin temor, donde no existe la inocencia, no existen los desayunos y escasean los verdaderos romances”

En cambio, puedes vivir de todo en poco tiempo e inclusive... Puedes ignorar todo en menos tiempo aún...

… Continuará...
- David Sórez -

miércoles, 21 de marzo de 2012

- Se lo Contaré a mi Diario: Desnudo en Cuerpo y Alma -

    - Se lo Contaré a mi Diario: Desnudo en Cuerpo y Alma -
    - Entre ranas y realidades: Segunda Parte -

No hay forma de saber si algo será eterno, si algo perdurará durante mucho tiempo e incluso no ésta escrito lo que personalmente podamos pensar en determinados momentos. Si hace unos días mi ilusión crecía por minutos y pensaba en querer, en esperanza e incluso sentimientos, hoy cambio por completo, hoy no espero nada, hoy no pienso en ranas, ni sapos, ni en caballos... Solo en mi.
En el fondo las personas somos extremadamente sencillas, unos instintos nos marcan lo que queremos y anhelamos en un determinado momento, pero si algo se sale de nuestras pautas, si algo se desmarca de nuestro camino, la percepción cambia al instante, irremediablemente.
Siguiendo los consejos y comentarios de personas conocidas y cercanos a mi día a día, estudié la posibilidad de llevar una velocidad que quizás no correspondiese a la adecuada en este momento, pensé en qué muy probablemente la vida es más sencilla de lo que nos creemos y por supuesto... Qué lo mejor es dejarse llevar por cada situación, siempre y cuando sea por ese instinto que nos hace diferentes unos a otros.
Quedé a primera hora de la mañana con unas de mis vecinas más agradables, juntos fuimos a desayunar con una sorprendente e inesperada nevada a finales de invierno y saludando a la primavera, y realmente, no sé si fue por que disfrazo la realidad con una textura agradable, o que justamente dijo las palabras adecuadas en el momento adecuado, pero... Pensé... y pensé.
Por suerte yo ya viví determinadas situaciones que por hache o por be, hoy en día, sé que me darían una estabilidad personal que me ayudaría inmensamente, pero ¿La vida es un reloj? ¿Podemos marcar lo que queremos a cada momento? Y lo qué es peor ¿Podemos conseguirlo si así fuese?
Recopilando momentos de su vida y de su juventud, mi vecina, recordando con una preciosa sonrisa en su rostro, comento lo que tenían su circulo de aquel momento y ella anhelaba y deseaba con todas sus fuerzas ¿Que vas a ser de mayor? “Mamá” ¿Qué es lo que más quieres? “Que venga mi novio a recogerme con su coche”
Que marca todo esto ¿Impaciencia? ¿Deseo? ¿Ilusión? Ahora entiendo gracias a ella el por qué de esas pequeñas cosas, que inevitablemente nos pueden llegar a hacer muy felices, y es que... todo llega. Después de mucho sacrificio y de todos esos sentimientos, la llegó todo... Llegó el día en que su novio la esperó a la salida, llegó el día en el que su novio se convirtió en su marido, llegó el día en que nació su primera hija, y su segunda y su tercera... el resumen de todo esto es... Que llega el día, ese día.
Mi reflexión, tan frágil por un lado y tan enriquecedora por otra, me ayudo a comprender que por fin el problema es mio, el problema es el apostar por cosas incoherentes que no me pertenecen, el problema es esperar naranjas de un limonero, de pensar que lo que tiene que pasar es lo que quiero, y no lo que corresponde, el problema es mío y solo mío. Sigo ilusionado eso no cambia, sigo pensando en mí y en lo que quiero en mi vida, eso tampoco cambiará, pero lo que pega un cambio radical es que... lo importante es pensar en lo que más convenga, en lo que más nos convenga a nosotros mismos, sin esperar que nadie espere que nos corresponda a cada movimiento, a cada sentimiento, a cada palabra.... Por que no será así... Y si algún día por casualidades de la vida llega ese momento, esa mirada, ese saber que estamos llenos en todo... es por que casualmente... Nos ha llegado el momento!
Sin sapos...
Sin ranas...
Solo realidades... Por que al fin y al cabo, es lo que realmente cuenta.

...Continuará...
- David Sórez -