- Se lo Contaré a mi Diario -

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- Reflexión -

Y amanecer con los ojos encharcados, no es sinónimo de tristeza, si no de meditación.
Por que la vida no es más que una cadena de sucesos que está en nuestro poder encadenarlos como mas nos interese.
Son los intereses los que nos ayudan a crear esa cadena dura y consistente.
Es por eso que quien insiste se libera de esas cadenas que nos rodean el cuerpo y no nos dejan hacerla a nuestro gusto.
Es el gusto por vivir, por amar, por soñar, por crear, por lograr los que nos hacen selectivos, los que nos hacen elegir los mejores materiales para crear una cadena que nos ayude a subir a lo mas alto, a tocar el cielo, a raspar las nubes y acariciar lo azul.
Por que las estrellas no nos parecen bellas cuando tenemos al lado lo que consideramos magnífico, por que no aceptamos un error cuando hay forjada una idea, por que no respiramos dos veces antes de actuar, por que nuestro instinto prevalece ante lo marcado, por que por la diferencia creamos distinciones absurdas, por que nada es perfecto y el defecto es bello también.
Mientras vivimos a sobresaltos y meditando, pensativos y en alerta para que nada nos asalte de imprevisto, mientras observamos diferencias, haciendo cruces, pasando lista, quedándonos con lo que queremos absorber de cada momento, de cada situación, de un gesto, de una mirada, de unas palabras e incluso de un pensamiento que aun no ha salido en forma de acto, en forma de sueño ni en forma hablada.
Por que no nos damos cuenta que mientras rozamos el cielo, nos quema el infiernos, que detrás de algo positivo está lo negativo y por que muy cerca del mal esta el bien.
Que la verdadera conciencia, lo que de verdad es real, lo que la realidad nos muestra es que no existen cadenas propias, no hay ideas propias, y lo unilateral se convierte rápidamente en colectivo, y que la única realidad es que solamente somos simples eslabones de una gran cadena...

David Sórez